No estoy preparado para este calor.
Y así, sin querer, empezó esta cerveza.
Déjame que lo explique:
¿Has estado alguna vez en la calle a las tres de la tarde y que todo expulse calor, el asfalto, los tubos de escape, el extractor de un restaurante?
¿Has estado tan harto que has entrado en una tienda solo por sentir el aire acondicionado ?
Pues eso. Pero en cerveza.
Porque no, no hay forma de salvar este calor.
Lo aguantas.
Lo sudas.
Lo maldices.
Pero también puedes hacer esto:
Abrir una cerveza que esté más fría que el corazón de tu ex (aisss es que me sale el modo cuñao), darle un trago, y notar cómo el cuerpo te da las gracias.
Pues eso.
Que así nace esta cerveza.
Una cerveza pensada para el calor, con cuerpo justo, con lúpulo fresco, y para beber a litros.
Porque para tomarse una radler con hielo ya habrá otros días.
COMPRAR 12 GALIMBAS – 12ud 36€
¿Cómo va a ser?
- Rubia, porque las tostadas en verano no ayudan.
- 3,5 grados, para que te puedas tomar tres sin drama.
- Cítrica, con Chinook y Strata, que huelen a verano sin parecer colonia.
- Un poco turbia, lo justo para no parecer agua con gas.
- Sin gluten, porque alguien cercano me lo pidió, y me pareció razón suficiente.
Ahora lo importante:
Esta cerveza solo iba a salir en barril.
Pero me acordé de ti.
Tú estás en esta lista por algo. No solo por las historias. También por tener acceso a cosas que otros no van a probar.
Así que si la quieres, te la embotello.
Solo para ti.
Solo si la compras ahora.
Así funciona:
- Se abre la preventa ahora.
- Se cierra un par de días antes de embotellar.
- Embotellamos solo lo que se ha pedido. Ni una más.
- El resto va a barril y se servirá donde cuadre.
- A ti te llega donde digas: tu casa, la de tu tía, o el apartamento de Torremolinos donde veraneas.
Si la quieres probar estas opciones tienes.
¿Nos cruzamos en alguna feria y la tengo pinchada? Quizá.
¿La ves en un bar que pincha Rondadora? Puede ser.
¿Quieres asegurarte de probarla? Pues ya sabes lo que toca.
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Ahora, lo friki:
- Lleva maltas pils, trigo y copos de avena.
- Fermentada con levadura Verdant.
- Chinook y Strata como protagonistas.
- Se llama Galimba, porque así se decidió en una newsletter
Una cerveza de las que no buscan gustar a todos, pero cuando encajan, te hacen repetir.
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Tu sabes lo que es llegar a casa y quitarte la ropa que la tienes pegada a la piel del sudor.
Abres la nevera
La coges con la mano y notas el frío.
De verdad.
El que se pega a los dedos, ese que humedece la botella.
El que quieres pasarte por la frente
El que ya empieza a calmarte antes de beber.
La abres. Suena. Respira.
Y ese primer olor, cítrico, fresco, con algo verde y salvaje, se cuela dentro como si llevaras horas esperándolo.
La sirves. Despacio.
Se forma la espuma, blanca, espesa, limpia.
Y la miras, dorada, con ese cuerpo ligero que no compite con el calor, lo acompaña.
La llevas a los labios.
Y ahí sí.
La magia
Y sin darte cuenta, respiras distinto.
Más lento. Más hondo.
Como si tu cuerpo entendiera, por fin, que ya está a salvo del calor.